La tarde se desangra a la distancia,
se despide calma, silenciosa;
las nubes despojadas de su abrazo se hunden
en el horizonte insondable.
La oscuridad que gobierna en lo profundo
asfixia el brillo del mar,
desgarra los colores del cielo,
templa la melodía de mis ojos.
En mi interior también hay fuerzas
que se repliegan;
sentimientos que se despiden un poco cada día,
que se posan junto a la fosa de los sueños
y mojan sus pies en las aguas del olvido;
Rutinas que largo tiempo me mantuvieron aprisionada
agonizan por falta de atención.
Rodeada de tinieblas acaricio cicatrices etéreas,
placeres violentos, dolores gentiles,
evocaciones agridulces;
sonrío y recuerdo
así como no hay dos atardeceres iguales,
no hay dos sentimientos iguales,
no hay repeticiones ni reemplazos,
y mientras a alguien pueda parecerle triste,
solo puedo dar gracias por los que he visto...
y me faltan ver...
Rutinas que largo tiempo me mantuvieron aprisionada
agonizan por falta de atención.
Rodeada de tinieblas acaricio cicatrices etéreas,
placeres violentos, dolores gentiles,
evocaciones agridulces;
sonrío y recuerdo
así como no hay dos atardeceres iguales,
no hay dos sentimientos iguales,
no hay repeticiones ni reemplazos,
y mientras a alguien pueda parecerle triste,
solo puedo dar gracias por los que he visto...
y me faltan ver...
A veces me siento así.
ResponderEliminarUn poema precioso.
Besos.
A veces no hay otra opción Amapola! Debemos recordar, reorganizar, transformar, adaptar y seguir.
EliminarMuchas gracias por tu visita! n.n
Hermoso poema, hay noches que en ocasiones sacan la otra persona que llevamos dentro. La de los pensamientos profundos, la de los recuerdos, la que mira hacia el ayer. Esa persona de mirada melancólica y ojos cansados. Que carga consigo sueños fatigados de madrugada, sueños que nacen y mueren con cada luna que se oculta solo para renacer nuevamente con el ocaso de cada sol. Me pregunto, a esa alma que sueña y que suspira, esa esencia que le da el genio y la tristeza que por la noche la inspira. Acaso sera que vemos reflejados cada uno de nuestros sueños en las estrellas del firmamento y nos llenan la mente de poemas que en el día al estar todas ausentes ya no recordamos porque no las tenemos? O sera que el corazón que sueña se pierde en raudo viaje por las noches sobre algún lucero...
ResponderEliminarLas charlas con esa persona son las que pocos entienden, charlas que nunca nos permiten estar verdaderamente a solas. Estrellas palpitantes, nubes extraviadas, tonalidades efímeras, azul profundo, oscuridad severa, lucero de la tarde; Quizás la respuesta a tus preguntas sea un poco de ambas, el cielo me parece una fuente interminable, quizás contenga el encantamiento del espejo de Galadriel, permitiendonos ver nuestro interior, nuestro pasado y futuro, sueños y esperanzas; miedos y oscuridad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus letras Emanuel! Sin duda reflejan la profunda disposición de espíritu con la que percibís la llegada de la oscuridad y los astros!
Un abrazo infinito!
muy lindo poema :) me sentí identificada
ResponderEliminarY cada noche en la soledad de cada uno,traemos a la mente recuerdos,añoranzas o luces y sombras juntas.
ResponderEliminarSomos más de lo que imaginamos y si tu poema es bello es por la esperanza y el optimismo que has puesto en sus versos
Qué bonito agradecer tanto y con esa humildad
Gracias por pasearte por mi blog
Besucos
Gó