
Te llevará a la perdición, te obliga a hacer cosas que no quieres, te hace guardar el secreto.
La noche es larga, no se termina, quizás si acudís a su escondite puedas pasar la noche.
Todos te dicen que hacer, pero no entienden, decir es más fácil que hacer.
Pierden la paciencia con tu persona y no entiendes por qué .
Con suerte la mañana te dará fuerzas, pero
pronto descubrís lo contrario.
Cada día con su afán, pero tu espalda ya no puede con tantos a la vez; aún así te las arreglas para andar con los hombros altos.
Todo lo das a cambio de prácticamente nada, la realidad se distorsiona a tu alrededor, la ilusión contagia a tus semejantes.
Cuando algo sale del hábito te preguntas si es real lo que viste, esperando confirmación para sentirte más normal.
Poca ayuda recibís más cuando te la prestan no la aceptas, la costumbre de la soledad en los quehaceres se ha arraigado. ¿Cómo ayudarte cuando crees que no hay problema?
