Náufragos Celestes

lunes, 25 de diciembre de 2017

Secreto Entre la Multitud



El cielo era un bajo techo gris, podía tocarse con solo estirar la mano. Un viento frío arrancaba lágrimas al mar y las depositaba en las mejillas de una mujer que era tan parte del paisaje como la arena, las rocas o el aroma a sal. 
A la distancia podía verse un muchacho que se acercaba lentamente, su cabeza ladeada, siempre mirando la linea del horizonte marino. Cuando se encontró a unos pasos de ella frenó y guardó silencio un largo tiempo.
-¿Cómo te llamas?-dijo al fin.
La mujer volvió de quién sabe qué profundidad, arqueó las cejas y giró los ojos con cierta antipatía, su actitud cambió cuando vio que el joven que le preguntaba tendría entre catorce y dieciséis años.
-María- respondió y volvió su mirada al frente.
-Un gusto María, yo me llamo Stefano, disculpa que te pregunte pero ¿Por quién viniste? Es 15 de Noviembre y no suelo ver gente en esta playa y menos con este clima.
-Una amiga, se llamaba Eliana.
-Lo siento mucho. Yo vine por mi padre, Fernando.
-También lo siento ¿Llegaste a conocerlo? lo pregunto por tu edad, ha pasado mucho tiempo y pareces muy joven.
-Brevemente, en realidad no tengo recuerdos de él, solo la imagen que pude formar por las historias de mi mamá y sus viejos amigos.
-Ya veo, ha de ser una linda imagen- dijo María con una leve sonrisa.
-Lo es- respondió Stefano al tiempo que se sentaba en la arena húmeda. María se acercó un paso e hizo lo mismo.

El viento calmó un poco; ni el constante romper de las olas podía delatar el pasar del tiempo, por el contrario, cada momento parecía igual al anterior, una eterna repetición, o quizás cuadros continuos de una película en cámara lenta.
-¿Cómo era ella, María?
-Como bien podrías imaginar a una mujer de su profesión, fuerte por sobre todas las cosas; capaz; valiente; podría darte mil adjetivos pero no la describirían Stefano. Solía pasar desapercibida, era como un secreto entre la multitud, una verdad escondida, un signo cuyo significado pocos pueden entender.
 Quizás pueda decirte otra cosa que te ayude a imaginarla mejor.
-¿Qué?
-Cuanto la extraño- respondió María con un gesto feliz pero con los ojos cargados de lágrimas.
Extraño su sonrisa, algo melancólica pero siempre sincera; su contagiosa vitalidad; la complicidad con la que sus ojazos marrones me buscaban después de un chiste; la paciencia con la que me escuchaba y los consejos que con tanta prudencia daba. Ella era solo unos años mayor que yo y aunque hace ya mucho tiempo que se fue, su recuerdo es un faro que me guía en la oscuridad, una estrella brillante que se abre camino entre las nubes más severas.
-Tenías razón, imagino bien qué clase de persona era, 
y me pone feliz reconocer tu expresión al hablar de ella, porque es la misma que mi mamá pone al hablar de mi papá.
-Entonces yo imagino bien qué clase de persona era él. 
-¿Otro secreto entre la multitud?-dijo Stefano riendo.
-Ja, ja, ja, perdón, en mi cabeza todo parece tener sentido y sonar bien. 
Aunque no lo creas, hace mucho que no hablo de Eliana con alguien, estoy feliz de compartir algo de ella con vos aunque suene ridícula.
-A mi me gusta como hablas de ella, y te agradezco que lo compartas conmigo. A decir verdad siempre quise hablar así de mi papá, supongo que el hecho de saber que es un relato prestado me ha contenido en todas las ocasiones. 
María puso su mano sobre el hombro de Stefano al tiempo que él se largó a llorar.
-Detesto el mar-dijo Stefano cerrando los ojos. Detesto lo que le hizo a mi familia y a la de tantos otros. ¡Nunca pude meter un pie en él por miedo y rencor! Detesto la profesión que aún en vida alejaba a mi padre de nosotros, detesto...- La voz se cortó entre sollozos.
-Te entiendo, realmente te entiendo Stefano, yo pasé por lo mismo, hubo un tiempo en el que ver la foto de una playa era como ver la de un cementerio, y aunque jamás me atrevería a decir que tus sentimientos no son justos ¿Me permitirías decirte algo?
-Sí...
-El mar que detestas seguramente era tan parte de tu padre como sus manos o su corazón, 
después de todo, en él elegía pasar las horas con inmensa pasión.
Eso es lo que tenían en común tu padre, Eliana y los demás Stefano, pasión, pasión por el mar y su profesión, tan escasa en otros ámbitos, esa pasión era en gran parte el secreto, el matiz oculto.
Como te dije, al principio y durante mucho tiempo yo también aborrecí al mar,
 solo me acercaba a él para depositar flores, luego empecé a sentir que algo estaba fuera de lugar. Con el tiempo, aunque no por él, entendí que aborrecer al mar era como aborrecer una parte de Eliana, una característica esencial de ella. Esa idea me golpeó fuerte, desde entonces, cada vez que el agua toca mis pies, siento que estoy más cerca de ella, que vuelvo a compartir algo con ella, algo que es bien nuestro, como las antiguas risas o los consejos trasnochados.
Stefano se secó las lágrimas.
-No lo había pensado de esa manera, gracias, aunque ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Sí, decime...
-Cuando empezaste a hablar parecía que ibas a rimar ¿Te arrepentiste?-Stefano sonrió y María se sonrojó.
-¡Tonto, pensé que era algo serio! Vení, aunque haga frío ¿Te animas a meter los pies en el agua?
-Sí, de hecho estaba pensando en eso...





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Entrada dedicada a los 44 héroes del submarino ARA San Juan, en especial a Eliana María Krawczyk, primera mujer submarinista de Sudamérica.





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Hace días que quería escribir algo sobre el ARA San Juan y no puedo creer que ya sea navidad. Mis mejores deseos para todo aquel pase por este lugar, y a los que no también!

7 comentarios :

  1. Hermoso homenaje.
    Precioso.

    Desde aquí he seguido desde el primer día todo lo relacionado con el ARA San Juan.
    Qué tragedia tan terrible!!!

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  2. Lindo homenaje y qué sensibilidad la tuya. Estaba pendiente de las noticias deseando que todo fuera un gran susto, pero el final ha sido muy triste. Descansen en paz.
    Besitos para ti

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  3. Un homenaje muy bello para un hecho trágico y muy triste que me impresionó mucho.
    Y me alegra haber sabido de Eliana a través de este texto.

    Saludos.

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  4. Como dice Toro,bonito homenaje has hecho.
    Me impactó la tragedia,pobres personas...

    Gracias por tu visita,encantada.
    Buen 2017,que te traiga muchos momentos buenos.
    : )

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  5. Un gran homenaje has dedicado...
    Triste e impresionante a la vez...
    Saludos!

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  6. Tajante/puro y hermoso a la vez...
    Besos Poeta.
    Soy Dani de Confesiones Cautivas

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  7. Gracias a todos por sus comentarios! Una respuesta seis meses después de recibirlos me convierte en la peor de las anfitrionas!

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¡Gracias por dejarme tus letras, te aseguro que pronto recibirás las mías!