Náufragos Celestes

martes, 9 de diciembre de 2014

Persecución 4


-El dieciséis de este mes se cumplirán tres años desde que lo vi por última vez. ¿Importa ahora su nombre? Me pregunto...¿Seguirá siendo suyo o a estas horas pertenecerá a la tenebrosidad de la tumba? 
 Creo que no me gustaría saber la verdad, enterarme que su respiración cesó al poco tiempo que  nos separamos, que su aventura tuvo el peor de los finales.
A veces me imagino espiándolo mientras vaga por calles desconocidas, saludando a los vendedores ambulantes y sonriendo a sus vecinos, llevando una vida normal y no la desdichada que tuvo aquí. Lo imagino recibiendo el amanecer con un rostro serio, portando cicatrices profundas; desvaneciéndose en el atardecer satisfecho, con un extraño goce en su mirada. 
De seguir con vida me pregunto si piensa en mi como yo pienso en él, si al ver su reflejo en el agua ve también el mío; si el veinticinco de Abril sigue siendo una fecha especial en su corazón.
 El tiempo pasó y los secretos que ambos compartíamos nunca se conocieron, las verdades que aprendimos nunca se aceptaron. 
¿Por qué te cuento esto? Porque hoy siento que mi esperanza es como un río cuyo cause se pierde bajo las arenas del desierto, en la adversa oscuridad de la incertidumbre, alimentando raíces eternamente podridas, hasta que el olvido sea lo único que quede de él, lo único palpable para mí.



3 comentarios :

  1. El olvido suele ser una bendición.
    Por muy injusto que nos parezca.
    Acaba con el dolor.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. ya no importa su nombre, no importa nada! Muy bien relatado

    besos

    Liz

    ResponderEliminar
  3. GUARDA EN TU CORAZÓN TODAS ESAS COSAS QUE TE HACEN FELIZ, SIEMPRE HAY PASADO PERO SIEMPRE HAY TIEMPO PARA VER EL PRESENTE, TE DESEO LO MEJOR, GRACIAS POR TU COMENTARIO, ME ENCANTARON LAS CANCIONES DEL BLOG! MUCHA LUZ!

    ResponderEliminar

¡Gracias por dejarme tus letras, te aseguro que pronto recibirás las mías!