Náufragos Celestes

sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad!


Espero que tengan una hermosa navidad en familia, con sus seres queridos, que las historias se hagan presentes en las mesas y el amor inunde todos los corazones!

viernes, 16 de diciembre de 2011

Persecución 3


¿Por dónde fue? Danielle perdió el rastro de su presa, recorrió calles y calles hasta perderse ella misma. Izquierda, derecha, adelante, atrás, ¿qué diferencia habría? la noche ceñida sobre la ciudad ocultaba los pocos rostros que pasaban a su lado, si lo viera ¿lo reconocería? siguió derecho un tramo corto y fue abordada por un par de sombras, golpeó fuertemente a la primera que quiso ponerle la mano encima y salió corriendo, la segunda sombra dio tres largas zancadas y le barrió los pies. Danielle cayó al suelo golpeándose los codos y perdiendo el aire. Se dio vuelta muy adolorida y pudo distinguir entre los dos malhechores que se erguían delante de ellas una tercer figura que se aproximaba rápidamente. Se escuchó un grito ahogado y un sonido apagado, la figura del hombre que había hecho caer a Danielle intentaba golpear a una sombra y luego de recibir cinco golpes cayó él también desmayado al suelo.
-Te dije que no me sigas-dijo la sombra
-No me importa, no voy a dejar que cometas una locura-respondió Danielle sin levantarse.
-No, no es locura lo que haré ni lo es la causa. Sé lo que debe hacerse y veré que sea hecho- respondió el que era la presa de Danielle mientras le tendía una mano para ayudarla a levantar.
-Pero ¿Por qué tú?
-Porque una vez que se tiene un conocimiento no se puede actuar como si no se lo tuviera.
Danielle lo abrazó, sintió el calor de su cuerpo y su respiración tranquila aún después del altercado. La necesidad de besarlo se apoderó de ella, levantó el rostro y vio que él la miraba con ojos amables pero fríos, el abrazo terminó y él se alejó lentamente sin decir nada.
Las palabras se trabaron en los labios de Danielle y no pudo decir lo que quería, sabía que diga lo que diga aquél muchacho no cambiaría de opinión, por lo que lo dejó partir sin más. Poco a poco la figura del joven se fundió con la oscuridad hasta desaparecer completamente.
¿Volvería a verlo? Eso era algo tan incierto como las imágenes de un sueños mal recordado.



lunes, 12 de diciembre de 2011

En la oscuridad



Las ventanas y las puertas se cierran, la oscuridad te atrapa, te muerde, te corta y te aplasta. ¿Dónde se han ido todos? Alguna vez pude verlos sonreír, ahora no quedan más que siluetas, imágenes diluidas por el tiempo. ¿Quién soy? Alguna vez me conocí, ahora me extravié en la multitud de sombras. ¿Quién eres? No te veo, ni huelo, ni siento. Búscame, encuéntrame, por favor; búscame donde la oscuridad pesa y el mañana es incierto, buscame donde la muerte no llega y los colores no se desvanecen, búscame...por favor.