Náufragos Celestes

viernes, 25 de noviembre de 2011

Historia de un cartel



Cuenta la historia de un ciego que pedía limosna sentado en una vereda, con una gorra para recoger las monedas y un cartel de carton en el que había escrito : 'POR FAVOR, AYUDEME, SOY CIEGO'. Un creativo publicitario que pasaba se detuvo y observó los pocos centavos en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel y escribió otro mensaje. Volvió a poner el pedazo de carton sobre los pies del ciego y se fue. Por la tarde el publicista pasó nuevamente frente al mendigo: su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él quien había reescrito su cartel y qué había puesto. 'Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras', le respondió el hombre. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: 'HOY ES UN HERMOSO DÍA Y NO PUEDO VERLO'.

Esta pequeña historia encierra una lección que podemos aplicar en cualquier área de nuestra vida, en nuestras relaciones, en el trabajo y en nuestros desafíos personales, especialmente, en aquellos que se resisten a ser alcanzados: cuando algo no funciona, tenemos que cambiar.

2 comentarios :

  1. Conocía la historia, y es más hermosa cuando la podemos llevar a la práctica.

    El miedo nos suele esonder el fibrón para reescribir el cartelito de cada día, pero se puede (no importa si mucho o poco)

    Ah, a la bici la llamaría CLETA :)

    Besos

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  2. Mirando entradas vi tu comentario Gus y recuerdo cuando leí que la bici la llamarías cleta, entre y te escribí pero no lo hice acá y no sé, como que esta mal jajaja Unas de mis bicicletas se llamaba sombra gris, era de aluminio, si me habrá llevado y traído n.n

    Abrazote atrasado jajajaj

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